El primero es un eterno hombre-niño, capaz de crear mundos imaginarios, habitados por seres tan inadaptados como él mismo. Esta habilidad lo ha convertido en el gran narrador de fábulas del cine contemporáneo.
Influenciado por las películas clásicas de terror y de serie B, nos ha llevado a diversos lugares y épocas, ha reconcebido el mundo de los vivos y el de los muertos. Estos y otros factores le hacen responsable de historias tan poco convencionales como poéticas.
Pese a su inconfundible estilo, este ha sido calificado con frecuencia y de forma errónea como "gótico". Si bien, se pueden identificar elementos de esta subcultura en su obra, su estética va más allá de lo meramente tétrico u oscuro: sus historias no dejan de ser cuentos, en los que la inocencia está siempre presente, narrados con ayuda del stop motion e imágenes que recuerdan al expresionismo alemán.
Todas estas características podrían utilizarse también para describir el estilo preferido de Johnny Depp, actor que para algunos tiene mil caras. Ha interpretado a histriónicos piratas, despiadados asesinos, risueños e infantiles hombrecillos y, por encima de todo, entusiastas inadaptados. ¿No les recuerda a algo? Sin duda, este afán por transformarse y asumir nuevos retos interpretativos es la base de la relación profesional entre el polifacético actor y el director californiano.
Remontémonos entonces a cuando empezó todo: allá por el año 1990, en plena gestación de 'Eduardo Manostijeras', uno de los mejores proyectos que nos ha ofrecido el tándem Burton-Depp. Con esta película de culto, ambos lograron narrar una historia única, conmovedora y auténtica, y crearon uno de los personajes más entrañables del cine. El concepto había surgido a partir de un dibujo del propio Burton, que mostraba la imagen de un joven con cuchillas en lugar de dedos, alguien creativo y a la vez destructivo, alguien incapaz de adaptarse en el mundo real. Inicialmente, los productores buscaban a un actor como Tom Cruise, ídolo de las adolescentes en aquel momento. Sin embargo, una reunión entre Tim Burton y el joven Johnny Depp en una cafetería fue suficiente para determinar quién acabaría interpretando al inocente Edward.
La pareja se reunió de nuevo en 1994, a tiempo para traernos otro gran trabajo conjunto como es 'Ed Wood'. Se trata de un biopic del considerado peor director de la historia. Depp interpreta al frustrado pero incansable cineasta con afición por el travestismo en esta comedia dramática acompañado por un reparto estelar.
Rodada en blanco y negro, Burton vuelve a ofrecernos una fábula con un incomprendido como protagonista. Se trata ahora de un fracasado que se estrella una y otra vez, pese a estar este convencido de su éxito en un futuro.
En 1999, Burton dirigía su primera película de terror al uso, con Johnny Depp en el papel principal. Hablamos de 'Sleepy Hollow'. En esta unión son claras las referencias al cine de la Hammer, con impresionantes decorados, estética elegante y actuaciones exageradas. En esta ocasión, no obtenemos un trabajo tan satisfactorio, aunque sí un homenaje realizado con esmero.
Fue en 2005 cuando actor y director hicieron dos películas juntos. La primera fue 'Charlie y la fábrica de chocolate', una adaptación muy personal del clásico libro de Roald Dahl, en la que Burton exorcizaba sus demonios mediante un Willy Wonka bastante autobiográfico. Al igual que la historia en que se basa, pretende ser una narración aleccionadora hacia los más jóvenes, enseñando el valor de la familia (añadiendo elementos nuevos sobre este punto) y ser uno mismo antes que dejarse llevar por las masas.
Aunque muchos espectadores compararon al Willy Wonka de Johnny Depp con Michael Jackson, Burton respondió de forma negativa a tales afirmaciones: "Todo el mundo lo ve así, excepto Johnny y yo. No es ningún homenaje. ¿Cómo puede serlo si son tan distintos? A Michael Jackson le gustan los niños; ¡Willy Wonka los aborrece!". Aunque estamos de acuerdo con la explicación del director, no se puede decir lo mismo de la película, que es un claro acercamiento al gran público, y más concretamente al infantil. No obstante, si parecía que Tim Burton estaba apartando su lado más tétrico, 'La novia cadáver' disipó cualquier atisbo de duda, al abordar de forma directa el tema de la muerte. En esta película de animación, Depp ponía voz a Victor, un joven introvertido al que aterra su inminente matrimonio de conveniencia.
Pese a que la cinta suponía una vuelta a sus raíces, la reciente filmografía de Burton iba dirigida a un público más amplio y evidenciaba interés comercial. Es el caso, por ejemplo, de su innecesaria versión de 'El planeta de los simios' o incluso 'Big Fish', aunque esta última resulta ser uno de sus mejores trabajos (si no el mejor). Este interés por las adaptaciones se hizo patente una vez más en 2007, con 'Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet'.
Basada en un oscuro musical de Broadway (incluso demasiado oscuro para lo que Tim Burton nos tenía acostumbrados), la película nos presenta a Johnny Depp y Helena Bonham Carter como dos marginados corrompidos por la tragedia, que actúan movidos por su sed de sangre y venganza, lo que sirve de detonante para aún más tragedia. Aunque hubo quien la tachó de excesivamente artificiosa, la película se las arregló para gustar tanto al público como a la crítica. Lamentablemente, no sucedió lo mismo con 'Alicia en el país de las maravillas'.
Más bien todo resultó ser una sorpresa desagradable, pues los famosos libros de Lewis Carroll le iban como anillo al dedo al dúo compuesto por Tim Burton y Johnny Depp. La imaginación desbordante del primero y la pasión del segundo podrían haber sido la clave para una adaptación oscura de la clásica historia, en la línea de lo que había hecho Disney con la versión animada.
No obstante, la sensación de vacío, contención y permanente déjà vu demuestran que no basta con la tecnología más avanzada de la industria del cine para hacer una buena película de fantasía. Ni el innecesario 3D ni los intentos de un siempre entusiasta Johnny Depp como el Sombrerero Loco consiguen salvar una trama llena de agujeros y clichés.
Sin embargo, ni la decepción de los fans ni el frío recibimiento de la crítica impidieron que Tim Burton y Johnny Depp volvieran a unir fuerzas dos años después, en 2012, para concebir la que es su última película juntos por el momento. Se trata de 'Sombras tenebrosas', perversa pero colorida comedia que los seguidores del director esperamos como agua de mayo, aunque sin grandes expectativas.
Adaptación casi paródica de la serie de los 60 y los 70 'Sombras en la oscuridad', la película es lo que la mayoría imaginábamos que sería a juzgar por su gamberra campaña publicitaria: la ocasión perfecta para ver a Johnny Depp acompañado de un reparto pasado de vueltas y reír como un niño. Nunca estará entre las películas más recordadas del director, pero su reconocible estilo está presente en todo momento.
Tras su estreno, no tuvo la aprobación de la crítica, y tampoco la del público. Parece ser que este hecho es la razón por la que Tim Burton ha decidido prescindir de su actor fetiche en sus producciones más recientes. Sin embargo, algo me dice que esta amistad volverá a unirlos profesionalmente alguna vez más.